Las emociones son poderosas. Nuestras emociones pueden convencernos de prácticamente cualquier cosa. Dicho esto, es tan importante para nuestro bienestar que no operamos únicamente en nuestras emociones. Tenemos el poder de mirar más allá de un mal día o de pensar más allá de cómo nos sentimos. Dios nos guia si le permitimos ser primero en nuestra vida. En medio de las altas y bajas de la vida nuestra si permitimos que nuestras emociones nos domine entonces perdemos el enfoque de porque empezamos ciertas metas. Recuerde que las metas que glorifican a Dios es Dios mismo que la puso en nuestros corazones. Con el querer triunfar, Él mismo nos da las fuerzas, la sabiduría, y las oportunidades para lograrlo. No permitamos que nuestras emociones, dudas, y miedos nos desenfoque de las metas que hemos proyectado alcanzar.
"No importa la situación, nunca dejes que tus emociones dominen tu inteligencia".
Escrito el 26/07/2023
Dra. Bonney Bonjen
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